Por todos es sabido que los bancos y negocios que requieren la máxima seguridad (debido a su actividad) tienen cámaras acorazadas donde proteger los elementos sensibles frente al robo. Pero lo que no todo el mundo sabe es cuán compleja puede llegar a ser una cámara acorazada, qué exige la normativa vigente y todos los elementos que la conforman.
A continuación os detallamos algunas partes importantes para que conozcáis más de cerca esta compleja y avanzada solución de máxima seguridad, que son las cámaras acorazadas.
Las cámaras acorazadas son recintos destinados a la protección de cualquier instalación que requiera un alto nivel de seguridad exigido por la legislación vigente.
Pueden construirse de hormigón con armadura torsionada, ensambladas con paneles prefabricados o mediante la combinación de ambos sistemas.
Nuestras cámaras y puertas acorazadas están fabricadas conforme la norma EN 1143-1 con grados de resistencia al robo que van del II al XIII. En entidades de crédito, la normativa exige que el grado mínimo de construcción sea VII, por lo que podemos ofrecer puertas y cámaras acorazadas certificadas.*
Además, son totalmente personalizables y se construyen según las necesidades de cada cliente, adaptándolas a las propiedades de cada instalación, ofreciendo así siempre la máxima seguridad.
*según Orden Ministerial 3171/2011, de 1 de febrero, sobre medidas de seguridad privada, ambito de aplicación España (consultar normativa específica para otros ámbitos)
Las cámaras acorazadas no son simplemente un recinto seguro, sino que se componen de varios elementos que van sumando medidas de protección y, el conjunto de los cuales, eleva la seguridad de la cámara hasta los niveles más altos.
Algunos de estos elementos son de obligada instalación según la normativa, otros son opcionales pero aportan igualmente beneficios a nivel de seguridad.
Los elementos que pueden integrar una cámara acorazada son los siguientes:
Es un elemento requerido por la legislación, ya que es el punto de entrada de la cámara acorazada. Es imprescindible que mantenga el mismo grado de seguridad que las paredes (de grado II a XIII según la norma EN 1143-1) para poder ofrecer la misma protección contra el robo.
Las puertas tienen un sistema de acceso flexible y eficiente, permitiendo la apertura remota y con doble comprobación (según el diseño de cada instalación).
Están preparadas para aceptar un máximo de 5 cerraduras, que pueden ser mecánicas (de llave o combinación) o electrónicas, pero todas certificadas bajo la norma EN 1300.
El número de pestillos, así como su diámetro, varían en función de la clase de resistencia y del modelo de puerta acorazada, oscilando entre 7 y 16 pestillos de entre 30 mm y 60 mm de diámetro.
Opcionalmente la puerta acorazada puede incorporar un trampón de emergencia.
Son un elemento opcional y se utiliza como puerta de emergencia en cámaras acorazadas y espacios de máxima seguridad. Suele ser una puerta acorazada de dimensiones más pequeñas que la puerta principal, que solo se utiliza en caso de emergencia si ésta falla y alguien se queda encerrado.
Pueden instalarse en la propia puerta acorazada o bien integrados en un panel acorazado de la pared de la cámara, pero siempre deben tener como mínimo grado VII de resistencia al robo, según la norma EN 1143-1 (en entidades de crédito).
Las rejas para las puertas acorazadas se instalan en el interior del recinto y añaden así un nivel adicional de seguridad en el acceso al mismo. Normalmente se instalan tras las puertas de las cámaras acorazadas, pero también son habituales en los accesos a los pasillos de ronda.
Si la puerta acorazada lleva un trampón de emergencia integrado, la reja también deberá llevarlo para permitir el uso de ambas puertas de forma independiente.
Los paneles reforzados están fabricados con chapa de acero rellenados con armaduras y composites de alta resistencia (con fibras metálicas y varias capas de armadura metálica insertadas en su masa) y permiten construir cámaras acorazadas donde sea imposible su construcción tradicional con estructura de hormigón armado.
Se pueden instalar en paredes, suelo y techo y todos los paneles son machihembrados y soldados entre sí, de manera que la cámara se convierte en una única estructura sólida y robusta.
En ocasiones los paneles también se utilizan para reforzar cámaras existentes que no cumplan el grado de seguridad exigido por la legislación.
Se instalan en los paneles de las cámaras acorzadas y aseguran el paso de aire y conexiones (eléctricas y señales débiles) desde el exterior hasta el interior de la misma. Su diseño y construcción están especialmente pensados para mantener el grado de resistencia del panel acorazado en el que se incorporan. También existen modelos de rejillas de ventilación para instalarse en muros de hormigón.
Se instalan dentro de la cámara acorazada y permiten que distintos usuarios dispongan de un espacio propio y seguro donde almacenar sus pertenencias de valor.
Los compartimentos están certificados contra el robo según la norma UNE 108115.
Se construye como pared adicional, creando una doble pared antes de acceder al interior de la cámara acorazada. Así, se crea un pasillo de máximo 60 cm de anchura que permite la circulación alrededor de la misma con el cual se consigue una mejor vigilancia y seguridad para la cámara acorazada. Se cierra el acceso del pasillo por ambos extremos con una reja de seguridad.
Así pues, las cámaras acorazadas no son habitaciones simples sin más, sino que son estructuras complejas formadas por múltiples elementos (todos ellos de alta seguridad) que aportan solidez y protección al conjunto, siendo pues una solución fiable y extremadamente segura para los sectores de más riesgo (como el bancario).